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AlumnosGAP2006

TEMA 2.- LAS CONSTITUCIONES DE ESPAÑA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1978.-

2.1.- APARICIÓN, EVOLUCIÓN Y SUCESIÓN DE LAS CONSTITUCIONES EN ESPAÑA.-

 La primera experiencia liberal de nuestra historia fue la de Cádiz de 1812 y desde entonces se producirán numerosas experiencias constitucionales hasta la actual de 1978.

 En primer lugar la Constitución de 1812, que tuvo vigencia en distintos momentos históricos, entre 1812 – 1814, después tras el sexenio absolutista, durante el Trienio Liberal (1820 – 1823) de Rafael de Riego, se le volvió a dar valor a la Constitución de 1812, esta nueva experiencia constitucional acabo con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis y la intervención de Fernando VII iniciando entonces la década Ominosa, posteriormente 1836 se volvió reimplantar la del 12, pero tampoco en esa ocasión tuvo demasiada fortuna, porque en 1837 se elaboro una nueva constitución que tuvo vigencia hasta 1845. 

La constitución moderada 1845, iba a tener más repercusión que las dos anteriores, ya que esta estará vigente hasta la Revolución Gloriosa 1868, con un breve paréntesis entre 1854 -1856 (bienio progresista).     

La constitución de 1869 inicia una nueva etapa constitucional importante y agitada, que duró hasta 1873 con la proclamación de la I Republica y el proyecto de constitución federal de la Republica española, que solo quedo en proyecto porque se inicio el periodo de la restauración con la proclamación de Alfonso XII rey como de España y la constitución de la restauración. 

Esa constitución duró con altibajos hasta 1823 con el golpe de Estado del General Primo de Rivera, la dictablanda, después en 1931 se instauró la II Republica que a diferencia de la I si aprobó su constitución, que verá su fin en 1936 con la sublevación del ejército contra el régimen político desembocando en la Guerra Civil y la dictadura. 

 Por ultimo tras la dictadura, en 1978 se estableció la Constitución de 1978, hasta ahora la definitiva, que devolverá a los españoles la posibilidad de autogobierno al restaurar el sistema democrático. Esta constitución ha proporcionado al país estabilidad democrática y se han podido resolver los cinco grandes conflictos políticos de la historia constitucional española: 

1.- La cuestión de la forma de gobierno: las relaciones entre el principio monárquico-hereditario y el principio democrático como principios inspiradores del funcionamiento del Estado, lo que hasta el momento había sido imposible. Se podría decir que la monarquía parlamentaria no es más que una monarquía democrática.

 2.- La cuestión religiosa: (relación entre iglesia y estado). La constitución establece que ninguna confesión religiosa tendrá carácter estatal. Ambas entidades llegan a un acuerdo democrático basado en la separación y en el mutuo respeto en los ámbitos de decisión. 

3.- El problema militar: (relación entre las autoridades civiles y el aparato militar). La Constitución convierte, por primera vez, a las fuerzas armadas en el sector de la administración encargado del uso de las armas. Los militares pasan entonces de ser el poder militar a la administración militar, sujeta a la dirección política emanada de un gobierno democrático, responsable ante un parlamento elegido por sufragio universal. 

4.- El conflicto en las relaciones Estado-sociedad: (relación entre Estado y sociedad). Los españoles antes de la Constitución  no poseían derechos y libertades, o bien los tenían de forma restringida o incluso no respetada. A partir de la Constitución de 1978 esto cambio, reconociendo numerosos derechos y libertadas y estableciendo un sólido sistema para garantizarlos. 

5.- El problema de la forma de Estado desde el punto de vista de su organización territorial: España se edifica como Estado nacional a partir de una notable diversidad territorial, con el fin de dar solución en cierta medida al problema nacional, basado en las reivindicaciones históricas del nacionalismo catalán y vasco. Como consecuencia, España es hoy día uno de los estados mas descentralizados. 

2.2.- LA TRANSICIÓN POLÍTICA Y EL PROCESO CONSTITUYENTE.-

 Lo que hizo de la transición política española un proceso de cambio peculiar fue su naturaleza negociada entre los herederos del franquismo y la oposición democrática que lo había combatido, esta negociación incluyo una serie de acontecimientos como la concesión de la amnistía para los delitos políticos y el retorno de los exiliados políticos, el reconocimiento progresivo de los derechos y libertades característicos de un sistema democrático, la legalización de los partidos políticos… en definitiva la aprobación de una constitución democrática. Su naturaleza negociada fue la particularidad más relevante de un proceso de transición, por esto en conveniente analizar porque fue posible y necesario negociar la transición. 

Las razones que posibilitaron la negociación tuvieron una naturaleza estructural al conectarse con la modernización social de los años sesenta, que, entre otras, iba a tener como consecuencia una progresiva obsolescencia del régimen franquista, basado en unos principios que dejaron de corresponderse con la ideología social. Pero la negociación, aunque deseada no iba a ser posible hasta la muerte del dictador.

 La negociación fue necesaria. En primer lugar, porque la coyuntura española se caracterizaba por la debilidad relativa de las dos partes (herederos de la dictadura y oposición democrática) que se vieron forzada a sentarse a negociar.    

La debilidad de los herederos del franquismo estribo en las diferentes posiciones existentes entre los diversos grupos del franquismo, al final triunfo el grupo más “aperturista”, debido sobre todo a la decidida apuesta del rey a favor del cambio político y a la fuerte movilización política a favor de la democracia impulsadas por las fuerzas de la oposición.  

Por el otro lado, esa movilización demostró la fortaleza y la debilidad de la oposición democrática. La fortaleza porque la movilización puso de relieve la capacidad de veto de las fuerzas democráticas, que estaban en condiciones de impedir el triunfo de los planes de los herederos del franquismo. Pero también demostró su debilidad, basada en la carencia de fuerza necesaria para imponer la salida democrática. 

Pero la debilidad relativa de estas dos partes negociadoras, se extendió más allá que en la pretransición, por lo que se vieron forzados a seguir negociando, esta vez abiertamente. En esta segunda parte de negociación las fuerzas democráticas tuvieron más influencia que los herederos del franquismo. 

La pretransición acabó con al destitución, por parte del rey, de Arias Navarro ye posterior nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, abriendo así las segunda fase, la transición  propiamente dicha. El éxito del programa de cambios de Suárez estribaba en su ambivalencia, es decir, en el desconocimiento por parte de los sectores conservadores del franquismo de cuales eran sus verdaderos objetivos, pero también de su capacidad para convencer a la oposición de su voluntad de abrir un proceso de cambio. Además cabe destacar la celebración en Junio de 1977 de las primeras elecciones democráticas. 

Primera etapa del cambio: la de la reforma. Comenzó con el nombramiento de Suárez y se cerró con la entrada en vigor de la ley de reforma política aprobada por las cortes franquistas. Esta ley pretendía instrumentar el proceso que debería conducir a la apertura de un periodo constituyente democrático. Esta le recogía básicamente:

-          La afirmación del Estado democrático.

-          La supremacía de la ley.

-          La Soberanía popular.

-          La inviolabilidad de los derechos.

-          La futura designación de unas cortes bicamerales, elegidas por sufragio universal, salvo 1/5 del Senado, que será nombrado por el rey.

-          Se regulaba la iniciativa y la tramitación de la reforma constitucional y los elementos conformadores del procedimiento legislativo de carácter ordinario.

-          Se facultaba al rey para someter directamente al pueblo una opción política de interés nacional, fuera o no de carácter constitucional.

La ley aprobada por las cortes franquistas, garantizaba la continuidad legal de la reforma y por el pueblo en referéndum, lo que otorgaba cierta legitimidad al proceso.

Segunda etapa del cambio político: la de la ruptura. En un contexto económico, político y social bastante complicado, se produjo la progresiva aprobación de una serie de medidas que la oposición  democrática consideraba indispensables:

-          Supresión del Tribunal de Orden Publico, encargado de la persecución de delitos políticos.

-          Reconocimiento legal de los partidos políticos, aunque el Partido Comunista tardó un poco más.  

-          Ampliación de la amnistía de presos y exiliados.

-          Aprobación de la normativa reguladora de las futuras elecciones.

-          Reconocimiento de la libertad de expresión y sindical.

-          Supresión de la Secretaria General del Movimiento, partido único del régimen franquista. 

Las primeras elecciones democráticas se celebran el 15 de junio de 1977, lo que no hizo sino confirmar la elaboración de una Constitución de consenso que resultaste aceptable por las fuerzas políticas participantes en el pacto constitucional.  Este fue el momento en que se abrió el proceso constituyente, el cual siguió estos pasos:

1-       Una comisión de siete Diputados elaboran el anteproyecto de la Constitución.

2-       Publicación el anteproyecto en el Boletín Oficial de las Cortes.

3-       Presentación de enmiendas al anteproyecto por parte del Congreso de los Diputados.

4-       Reelaboración teniendo en cuenta las enmiendas y posterior publicación.

5-       Debate parlamentario entre la comisión y el Congreso de los Diputados, y entre la comisión y el Senado.

6-       Votación del texto constitucional y aprobación con un alto consenso.

7-       Referéndum de ratificación de la Constitución, aprobada con un gran apoyo de la población.

8-       Sanción de la Constitución por parte del rey.Entrada en vigor y publicación en el Boletín Oficial del Estado.

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